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EDITORIAL DEL GEIIC

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LA BUENA PRAXIS DE LA ARQUEOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

El arqueólogo Diego González Bataneros, denuncia en la prensa la destrucción de un yacimiento arqueológico de Huelva.

Aunque la denuncia llega tarde, según su propia opinión, porque el yacimiento ha sido destruido con consecuencias irreparables, eso no evita que emprenda toda una serie de acciones.  Entre las acciones, además de informar a los medios de comunicación, realiza denuncias en los órganos competentes con el fin de buscar responsabilidades, comprendiendo que la buena práctica de la Arqueología contemporánea no se agota en la excavación e investigación sino en la implicación social y en lograr que los poderos públicos garanticen su conservación.

La información saltaba a la prensa recientemente.  Se trata de una zona con restos arqueológicos en Huelva,  "tres parcelas ya excavadas por los arqueólogos y totalmente removidas por la maquinaria que suponen una pérdida irreparable"  concretamente en el yacimiento de La Orden-Santa Marta, un yacimiento que al parecer no había sido puesto en valor y no tenía un plan de mantenimiento o conservación.

Subrayamos por tanto su acción inmediata poniéndolo en conocimiento de las  autoridades competentes, y llevando a cabo la denuncia en el SEPRONA de la Guardia Civil, presentando también  la denuncia en la Fiscalía de Huelva para continuar con  la denuncia al Ayuntamiento de Huelva y a la Junta de Andalucía.
     1º. El Seprona de la Guardia Civil.
     2º. La Fiscalía de Huelva.
     3º. El Ayuntamiento de Huelva.
     4º. Junta de Andalucía.

En este caso, como informa el arqueólogo, se ha comunicado a el  Seprona de la Guardia Civil para que abra las diligencias oportunas; a la Fiscalía de Huelva, se le informa para que pueda determinar si los hechos pudieran ser constitutivos de algún tipo de delito o infracción; al Ayuntamiento de Huelva, también, ya que tiene competencia en materia de patrimonio local y está obligado a abrir un expediente sancionador y de restitución de la legalidad urbanística por los movimientos de tierra realizados.

Finalmente, después de buscar competencias en el municipio, el arqueólogo se remite a la administración pública de la Junta de Andalucía, porque explica, en su artículo:  "han fallado todos los controles de Urbanismo y de la Junta como responsable del Patrimonio Histórico". El arqueólogo reclama que las administraciones abran una investigación y depure las responsabilidades pertinentes.

El arqueólogo, como profesional de la cultura, que conoce el valor insustituible de los restos arqueológicos, se hace eco de la falta de protección y denuncia a los poderes públicos que no se está garantizando la conservación del patrimonio de Huelva.

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