Numerosos colegas de la conservación del Patrimonio Cultural y miembros del GEIIC hemos sentido mucho la reciente pérdida de Pilar Borrego por una dolorosa enfermedad.
Recordamos la intensidad, pasión y dedicación a la conservación y al estudio de los tejidos históricos y su brillantez al abordarlos.
Cuando se embarcaba en un proyecto, contaba con todo el mundo y hacía que los que trabajaran con ella se encontraran a gusto, sin perder la perspectiva de los distintos aspectos que había que contemplar. Guardamos en nuestra memoria no sólo sus
conocimientos sino también su generosidad y su talante.
DEP