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BOLETÍN GEIIC ABRIL 2022

EL PLAN DE SALVAGUARDA DEL MUSEO DE MENORCA

 

Alicia Ciudad Pérez de León
Conservadora y restauradora del Museu de Menorca

 

Estar preparado para cualquier riesgo es uno de los objetivos que se plantean todas las instituciones culturales hoy en día. El plan de salvaguarda está diseñado para saber qué actuaciones se deben realizar ante una catástrofe, ya sea una inundación, un desastre natural o un conflicto bélico. Realizar un plan de salvaguarda para proteger el patrimonio cultural es una idea relativamente nueva. A causa de las grandes catástrofes que se producen cada año con más frecuencia, como producto del cambio climático, más instituciones culturales implantan planes de este tipo.

El plan de salvaguarda del Museu de Menorca, consta de cuatro partes muy importantes, que son: el análisis, la prevención, la respuesta y la recuperación, además de un anexo donde consta los planos actualizados del edificio del museo y las fichas de evacuación de las 14 piezas más relevantes.

 

En el plan se analizan las diferentes partes del edificio, el entorno, la  geografía, la probabilidad de terremotos y la climatología. Después de un primer análisis exhaustivo sobre el edificio del museo, también se analizan las actividades que se realizan en el interior, se evalúan los riesgos y sus indicadores como son, por ejemplo, los actos antisociales, condiciones ambientales, biodeterioro y mantenimiento inadecuado, entre otros

En la fase de prevención se tienen en cuenta aspectos como los procedimientos de actuación una vez que la emergencia real esté confirmada, los diferentes equipos de emergencia conformados por el personal del museo que están separados por grupos, los cuales han recibido una formación básica de actuación . En este apartado se especifica la zona segura donde tiene que ir el personal con el patrimonio salvaguardado, una zona en el exterior del edificio, que está fuera de peligro y puede garantizar el bienestar de las personas y los bienes culturales. Una vez llegadas las piezas a esta zona se procede a realizar el triaje. Aquí se le da un nivel de tratamiento de urgencia para ir al laboratorio de restauración en caso de que lo necesite, del 1 al 3, siendo el número 1 el más urgente y 3 el menos prioritario.

 

En la fase de respuesta se evalúan los diversos protocolos internos: el mantenimiento de espacios y de instalaciones, de limpieza y gestión de residuos e incluso, el protocolo de ubicación y custodia de llaves.

Una parte muy importante en el momento de enfrentarse a una catástrofe es tener un kit de emergencia con el material más básico que se necesita para trasladar los bienes, el Museu de Menorca cuenta con 4, uno en cada planta. Finalmente, en la última fase, la de recuperación, se hace un resumen de las propuestas de mejoras y medidas preventivas que se pueden realizar en el edificio, como adquirir un armario de seguridad para los productos inflamables del laboratorio de restauración. 

En definitiva, en el plan se analizan los diferentes escenarios que se pueden dar en el edificio, donde hay una probabilidad más alta y con múltiples peligros y qué mecanismos se tienen para evitarlos. Pero se tiene que tener en cuenta que el plan de salvaguarda es un plan vivo, un documento que se tiene que mantener actualizado con periodicidad y donde el personal se tiene que implicar para que funcione.

 

Simulacro de emergencia en el Museo de Menorca

El 15 de noviembre de 2021 el Museu de Menorca realizó un simulacro de inundación en el edificio. Ha sido la primera institución pública cultural de las Islas Baleares que ha realizado el primer simulacro que resultó el patrimonio artístico cultural, con el objetivo de saber gestionar una emergencia de este tipo. En la actividad han participado el personal de la institución, el personal del 112 y el jefe de bomberos de Mahón, en colaboración con el departamento de Cultura del Govern de les Illes Balears. Se realizó con el museo cerrado al público.

Siempre que se practica un supuesto de emergencia con los bienes culturales se hace con reproducciones y piezas de las mismas medidas, nunca con los bienes muebles reales, en esta ocasión se ha hecho el supuesto de rescate y protección de un total de 14 bienes muebles irremplazables elegidos dentro de la colección formada por más de 250.000 piezas.

La finalidad de este ejercicio es saber qué capacidad de reacción y de cobertura tiene el personal del museo y los efectivos de Mahón a la hora de salvar las obras más valiosas del patrimonio menorquín. De esta forma se pretende aprender de los errores y mejorar la estrategia de respuesta, para conseguir mejorar en la práctica la gestión de las colecciones.